Masaje Kobido
Escrito
por L. García, periodista especializada en belleza y ejercicio
Al
masaje kobido se le conoce como el lifting facial natural. Esta terapia,
empleada por las antiguas emperadoras japonesas, promete un rostro más joven y
cuidado sin tener que pasar por el quirófano. Descúbrelo.
Lucir una piel
perfecta, relajada, y que muestre salud y juventud, es uno de los grandes
deseos de muchas personas. Sin embargo, el estrés, las prisas, la
contaminación, y tomar el sol en exceso y sin una protección adecuada, son
factores que estropean nuestrapiel y hacen que se
vea mucho más vieja de lo que realmente es. Uno de los mejores tratamientos
para cuidarla y rejuvenecerla es el masaje Kobido, una técnica
milenaria que llega desde Japón y aporta salud y brillo a nuestra cara.
El masaje Kobido,
también conocido como lifting facial natural, es una terapia
neurosensorial procedente de la tradición oriental que busca, mediante una
perfecta mezcla de movimientos rápidos y lentos, mejorar el aspecto de la piel
y, con ello, también la salud. Este tipo de tratamiento es exclusivo para la
cara, aunque cada vez es más común encontrarnos con quienes lo practican
también en el cuello y los hombros.
La técnica Kobido
repara los problemas de la piel mediante el movimiento de las toxinas naturales
presentes en los músculos subcutáneos de la piel. Gracias a la acupresión y a
la combinación del masaje, el drenaje, y otras técnicas como el shiatsu, se logran grandes
resultados tanto a medio como a largo plazo.
Con la reflexología
facial del masaje Kobido se busca no sólo la mejora de la calidad de nuestra
piel, sino que también se trabajan puntos neurosensoriales y
energéticos que mejoran la salud. Así, el terapeuta usa movimientos
precisos, ya sean profundos, que trabajan la musculatura de nuestra cara, o
superficiales, que nos proporcionan bienestar.
Orígenes del masaje kobido
Sus defensores se
apoyan en la experiencia de siglos de utilización; y es que el origen de este
tipo de masaje se sitúa en torno al siglo XXVII a.C. Una de las disciplinas de
la medicina tradicional china es conocida como 'anmo'
(empujar y frotar), y es la base del masaje Kobido, que fue importado a Japón
alrededor del siglo XIV d.C. En esta época, los famosos guerreros samuráis
descubrieron los beneficios de esta técnica y la emplearon para encontrarse
mejor por su capacidad curativa. Sus buenos resultados hicieron que, un siglo
después, la familia imperial lo incorporara a sus costumbres y disfrutara en
exclusiva de sus beneficios.
Afortunadamente, esta limitación
se fue olvidando con el paso del tiempo, aunque no fue hasta la década de los
80 del siglo pasado cuando empezó a extenderse por Occidente gracias al
terapeuta Shogo Mochizuki, que lo exportó a Estados Unidos. Hoy en día podemos
disfrutarlo en infinidad de centros de belleza. Pregunta en tu salón de
confianza y disfruta de sus beneficios.